La fascitis plantar es una afección que cursa con inflamación, dolor y daño tisular en la zona de fijación de la fascia plantar a la parte inferior del calcáneo (hueso del talón).
Anatomía
La fascia plantar es una banda de tejido conectivo que se extiende a lo largo de la planta desde el talón hasta la base de los dedos del pie. Una de sus funciones principales es mantener los huesos y las articulaciones en posición y nos permite empujar y amortiguar desde el suelo. Traumatismos o el estiramiento excesivo de este tejido pueden causar inflamación y dolor en el talón. En muchos casos, la fascitis plantar se asocia con un espolón en el talón. Sorprendentemente, el espolón en sí no causa dolor y, a menudo, se puede encontrar en el otro pie sin síntomas.
Riesgo y causas de lesión
Ciertos deportes o actividades que ponen mucho estrés en el hueso del talón y el tejido adyacente, es decir, correr, bailar, saltar y hacer ejercicios aeróbicos.
Arcos o pies planos o cavos. Las personas con pies planos pueden tener una absorción de impactos reducida, aumentando la tensión en la fascia plantar. Los pies cavos tienen un tejido plantar más firme y acortado, lo que produce efectos similares.
De mediana edad o más. El dolor en el talón tiende a ser más común con el envejecimiento a medida que los músculos que sostienen el arco del pie se vuelven más débiles, lo que ejerce presión sobre la fascia plantar.
Exceso de peso. El peso coloca una mayor carga mecánica en la fascia plantar. Existe evidencia de que el sobrepeso y la inactividad provocan daño químico a la fascia plantar, con un empeoramiento del dolor.
El embarazo. El aumento de peso, la hinchazón y los cambios hormonales que acompañan al embarazo pueden llevar a una sobrecarga mecánica de la fascia plantar.
Estar de pie. Las personas con ocupaciones que requieren mucho caminar o estar paradas en superficies duras pueden sufrir dolor de fascia plantar.
Usar zapatos con soporte de arco pobre o suelas rígidas (por ejemplo el calzado e seguridad). Los zapatos mal diseñados pueden contribuir a los problemas.
Prevención
Mantener un peso saludable para minimizar el estrés en la fascia plantar.
Elegir zapatos de apoyo. Evitar tacones de aguja y zapatos con tacones excesivamente bajos. Comprar zapatos con tacón bajo a moderado, buen soporte del arco y absorción. No ir descalzo, especialmente en superficies duras.
NO usar zapatillas de correr desgastadas. Reemplazar el calzado deportivo viejo antes de que dejen de apoyar y amortiguar los pies.
Iniciar la actividad física lenta y progresivamente. Calentamiento antes de comenzar cualquier actividad o deporte, y comenzar un nuevo programa de ejercicios lentamente.
Permitir un tiempo de recuperación adecuado entre entrenamientos.
Beber agua antes, durante y después del juego.
Evitar actividades que causan dolor.
Signos y síntomas
Dolor agudo en la parte interna de la parte inferior del talón, como si se clavara un alfiler o cuchillo.
Dolor en el talón que tiende a empeorar con los primeros pasos después del despertar, al subir escaleras o al ponerse de puntillas.
Dolor en el talón después de largos períodos de pie o después de levantarse de una posición sentada.
Dolor en el talón después, pero no durante el ejercicio.
Inflamación leve en el talón.
Tratamiento
Hay que tener en cuenta para abordar el tratamiento de un paciente con fascitis plantar que es importante aclarar 100% de donde viene o porqué se ha llegado a producir esa lesión. Puede que haga falta derivar al paciente a otro profesional para estudiar si le haría falta un apoyo ortésico (plantilla, talonera…), una radiografía para descartar un posible espolón calcáneo, una telemetría para comprobar que no haya una dismetría de miembros inferiores…etc.
Una vez aclarado esto, el objetivo de tratamiento será la disminución de la inflamación y dolor (en caso de que sea una lesión aguda o subaguda), y la primera medida para que el tratamiento sea efectivo será el reposo deportivo y en la medida de lo posible del puesto laboral. Si el paciente no puede reducir su actividad física o laboral que empeora sus síntomas es posible que necesite un vendaje funcional para esas horas de estrés de la planta.
Se aplicarán técnicas para reducir la inflamación y dolor como: crioterapia, diatermia-tecarterapia, estiramientos, masaje, electroterapia…etc. Y serán muy importantes los ejercicios, estiramientos y masaje con frio…etc. que el paciente tendrá que hacer en su domicilio.
El segundo objetivo de tratamiento será la relajación de los músculos y tendones de la pantorrilla, de la planta del pie y armonización de las articulaciones desde la pelvis al tobillo: osteopatía y terapia manual, ganchos, estiramientos, masaje, kinesiotape, punción seca, diatermia-tecarterapia.
Tercer objetivo: tonificar la musculatura plantar y pantorrilla en excéntrico y ejercicios de propiocepción.
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